LA MEDIACIÓN

La Mediación


Nosotros definimos la mediación como un medio o proceso voluntario y flexible por el cual dos o más personas se comprometen a llegar por sí mismas a un acuerdo beneficioso sobre las diferencias o el conflicto que las une bajo la supervisión de una tercera persona imparcial y neutral llamada mediador.

¿Qué elementos componen la mediación?

el conflicto

1. Un conflicto

Tiene que existir un conflicto o diferencia entre dos o más personas (física o jurídica).

El conflicto es algo inherente a la condición humana, y por ello, no nos debemos frustrar cuando surge. Lo que se debe hacer es afrontarlo de la manera más adecuada.

Cuanto más tiempo se tarda en afrontarlo, por regla general, el conflicto se agranda y se enquista conllevando en ocasiones que su resolución sea más complicada.

Y si el conflicto es muy reciente, a veces, es conveniente esperar un tiempo para su resolución.

2. Los protagonistas (personas y empresas)

Cuando nos referimos a conflictos entre personas, hay que entender el término de persona en un sentido amplio, no sólo personas físicas, sino también personas jurídicas (sociedades civiles, mercantiles, comunidades de propietarios, asociaciones, organizaciones, etc.)

A estas personas que les une un conflicto se les llama MEDIADOS.

Y al profesional que les une se le denomina MEDIADOR, el cual debe garantizar la igualdad entre las partes, debiendo ser neutral e imparcial. Todo lo que se exponga en el proceso de mediación es confidencial por lo que el mediador está sometido al secreto profesional.

Las personas
El proceso

3. El proceso

La mediación es voluntaria, tanto en su inicio, como en su desarrollo, pudiendo las partes abandonar el proceso en cualquier momento.

Los mediados una vez que se comprometen con el inicio de la mediación (acta constitutiva) no pueden llevar su controversia a los Juzgados o Tribunales.

En el proceso de mediación las partes tienen que obrar con respeto mutuo y de buena fe. El objetivo es crear puentes de unión para llegar a un acuerdo satisfactorio para los mediados.

Y por último, el proceso es flexible, se adapta a las necesidades de los mediados en tiempo y forma. La duración de la medición tiene que ser lo más breve posible, intentando concentrar las sesiones para que éstas sean las mínimas atendiendo a la complicación del conflicto.